Sin duda, las tablas más grandes llegaron para quedarse, y el Nomad es el padrino de este movimiento. Lanzada por primera vez en 2015, fue la primera tabla en cruzar la línea de los 150 centímetros, ofrecida hasta los 160 cm. ¿El beneficio? Pop más grande, más estabilidad, velocidades de planeo más lentas y aterrizajes más controlados.